He estado pensando en todas las oportunidades que se pierden pensando o meditando demasiado sobre si hacer algo o no, sobre lo que es correcto o bien visto socialmente, todos los días trato con casos de pacientes con una gran diversidad de problemas, en cualquier área de su vida, sobre si es la mejor decisión que están tomando siempre pensando en esto en relación a alguien más, su pareja, familia, compañeros de trabajo, sociedad, etc.
Todos formamos parte de una serie de círculos sociales, que forman parte de cada una de las decisiones que tomamos en base a creencias de lo que "es ser" una buena persona, un buen vecino, un buen ciudadano, buen padre o madre, buena pareja, buen hijo... por mencionar algunos, pocos de nosotros dedicamos tanta energía mental, en pensar en la impresión o el sentimiento que tendremos hacia nosotros mismos al hacer algo, al menos no en la medida en la que lo haríamos tratándose de alguien cuya opinión valoramos o incluso si se trata de no afectar a un ser querido. Ambas partes tanto hombres, como mujeres cargamos día con día con una serie de creencias, prejuicios e instrucciones de lo que debemos hacer y de cómo comportarnos ante lo demás, aunque no es mi intención promover un comportamiento vale madre, que no tome en cuenta a las personas a tu alrededor, si tengo la intención de promover que las personas dejemos de seguir las instrucciones que alguien mas puso en nuestras vidas, sobre cómo actuar o qué conseguir de que manera hacerlo y pensar y actuar de una manera más coherente con nosotros mismos.
Quién no ha tratado al menos una vez en su vida de aparentar ser de una forma para concordar o quedar bien con alguien?, cuando somos otra persona por alguien más o por obtener alguna ganancia, queda dentro de nosotros un sentimiento de inconformidad sobre eso que le mostramos al mundo y quienes somos en realidad a quien dejamos siempre en segundo plano, se nos ha reforzado desde la infancia la idea de que si no somos de cierta manera las personas nos rechazaran, un sentimiento que comienza dentro de nuestra propia familia iniciando por nuestros padres, que generan una gran cantidad de expectativas en nosotros, incluso en la elección de nuestro nombre, la desaprobación que obtenemos en la infancia en ocasiones forma la base de nuestro miedo al rechazo, pero ¿Qué podría pasar si nos mostramos tal cual somos con los demás?, probablemente personas a nuestros alrededor no les gustará lo que vean de nosotros y quizá decidan alejarse de nosotros, pero otra parte se quedará a compartir un vínculo sincero, libre de prejuicios y de hipocresía, creo que muchos de los problemas humanos tienen que ver con la interpretación que hacemos, con cómo adornamos las cosas pensando en lo que el otro puede llegar a pensar o hacer si somos genuinos y fieles únicamente a nosotros, como todo cambio tiene una consecuencia, pero es algo que todos deberíamos experimentar al menos una vez en la vida.
Llenate de amigos sinceros y verdaderos que conozcan tus momentos más oscuros, de familia que no juzgue tus decisiones porque no son ni remotamente similares a las de ellos, que no te impongan lo que debes hacer con tu vida o te critiquen por ser únic@ y comparte tu vida con alguien que sea capaz de amar lo mejor de ti, pero también de aceptar aquello que no le gusta de ti y a pesar de ello decida que puede vivir con ello sin tener que tolerarlo, sino que lo acepte aunque no piense como tu. Dejemos de ser incongruentes diciendo algo, pensando otra cosa y haciendo algo totalmente distinto, únicamente porque la gente feliz es fiel a sí misma, porque solo tienes una vida para ser tu mism@ y porque la congruencia es ante todo la base de LA SALUD PSICOLÓGICA, FÍSICA, MENTAL Y ESPIRITUAL.